Cuando era pequeña, sufría terrores nocturnos. Durante la noche, me despertaba con un sudor frío, a menudo despertándome de un tirón por tener uno. Corría a la habitación de mis padres y me ponía al lado de la cama de mi madre con lágrimas en la cara, quedándome completamente petrificada para ir a dormir. Me negaba a dormir sin una luz nocturna, la puerta abierta y la luz del pasillo encendida toda la noche.
Mis pesadillas también me afectaban físicamente: no era raro que me despertara sintiéndome mal a la mañana siguiente después de luchar con sueños aterradores durante la noche. De adulto, seguí luchando con los malos sueños y empecé a sufrir parálisis del sueño. Me despertaba a las tres de la madrugada, totalmente convencida de que veía algo de pie sobre mi cama cuando abría los ojos por primera vez.
No es raro que los adultos tengan pesadillas. Los estudios han demostrado que entre un tercio y la mitad de los adultos las experimentan ocasionalmente. El estrés, las enfermedades y los traumas, así como ciertas drogas y medicamentos, pueden provocar pesadillas. Aunque la cultura occidental dice que son «sólo sueños», las pesadillas se sienten 100% reales para la persona mientras las experimenta. Aunque hay una sensación de alivio al despertar y saber que «sólo era un sueño», el consuelo dura poco cuando volvemos a cerrar los ojos para experimentar de nuevo la misma sensación de terror.
La autora espiritual e intérprete de sueños, Theresa Cheung, dice que no debemos descartar nuestros sueños como irrelevantes o como «sólo sueños». Por el contrario, deberíamos tomarnos nuestros sueños en serio, reconociendo que pueden provocar una poderosa curación y un cambio. Experimentamos las pesadillas, dice, para superar nuestros miedos en un entorno totalmente seguro.
Pero, ¿cómo podemos enfrentarnos a las pesadillas? Podríamos intentar despertarnos, pero eso sólo nos da un breve respiro antes de volver a aterrorizarnos. Podríamos intentar cambiar la actitud o el entorno. Por ejemplo, se ha demostrado que los participantes en los estudios sobre el sueño rara vez tienen pesadillas, probablemente debido al hecho de que se les cuida y quizás se sienten seguros y protegidos. Podríamos intentar trabajar nuestros miedos en la vida real, utilizando nuestras pesadillas como una lupa que nos muestre exactamente lo que tememos. O podríamos intentar resolver el conflicto en el sueño a través del sueño lúcido, una técnica que me he enseñado a mí misma a hacer para superar mis pesadillas. Los estudios han demostrado que esto puede conducir a una mayor confianza en uno mismo y a una mejor salud mental.
¿Qué es el sueño lúcido?
¿Qué es el sueño lúcido? En pocas palabras, es ser consciente de que estás soñando. Cuando soñamos lúcidamente, podemos enfrentarnos a nuestros miedos directamente en nuestras pesadillas, cambiando el curso o el resultado del sueño. Por ejemplo, si soy capaz de soñar lúcidamente mientras tengo una pesadilla en la que me persigue un monstruo, en lugar de correr podría detenerme, darme la vuelta y enfrentarme al monstruo de frente. Los sueños lúcidos también son divertidos. Puedes experimentar cosas que nunca podrías hacer en la vida despierta, como volar a la luna.
Cómo soñar lúcidamente
Muy bien, entonces, ¿cómo se sueña lúcido? Se necesita práctica, pero es una habilidad que se puede aprender con el tiempo. Comienza con un buen descanso y un buen recuerdo de los sueños. Un buen descanso comienza con la cantidad y calidad de sueño adecuadas. Tener una rutina de sueño consistente es la clave. Una vez que tengas el hábito de dormir bien, trabaja para intentar recordar tus sueños. Intenta llevar un diario junto a la cama y escribirlos a primera hora cuando te despiertes. Si te cuesta recordar algún sueño, mantén los ojos cerrados y el cuerpo quieto cuando te despiertes. El movimiento del cuerpo puede provocar interrupciones en el recuerdo de los sueños. Si sigues teniendo problemas para recordar, prueba a decirte a ti mismo antes de irte a dormir «Ahora me voy a dormir y pronto estaré soñando. Cuando me despierte, recordaré mis sueños». Una vez que seas capaz de recordar tus sueños, prueba las siguientes técnicas de sueño lúcido.
Pruebas de realidad
La prueba de realidad consiste en realizar «pruebas» a lo largo del día para comprobar si estás soñando. Una vez que estos hábitos se conviertan en una segunda naturaleza y se arraiguen en la mente subconsciente, eventualmente comenzarás a realizar pruebas de realidad mientras estás soñando. Cuando la prueba confirme que efectivamente estás soñando, ¡voilá! Ya eres un soñador lúcido. Para realizar pruebas de realidad, puedes comprobar tu reflejo en un espejo para ver si tiene un aspecto extraño, intentar atravesar objetos sólidos con la mano, mirar tus manos para ver si parecen distorsionadas, comprobar la hora en un reloj o intentar aguantar la respiración (¡pero no te olvides de respirar si estás despierto!)
Inducción mnemónica de sueños lúcidos
Otra técnica llamada Inducción Mnemónica de Sueños Lúcidos (MILD) fue desarrollada por el psicólogo Dr. Stephen LaBerge, fundador del Instituto de la Lucidez.
Las técnicas anteriores requieren práctica y un esfuerzo consciente, pero si te comprometes a soñar lúcidamente, ¡volarás por encima de las nubes en tus sueños en poco tiempo! Una vez que hayas experimentado el sueño lúcido, puedes experimentar con la confrontación de tus miedos en las pesadillas. CONSEJO: Intenta siempre resolver el conflicto en los sueños en lugar de luchar o huir de él. Recuerda que en los sueños, cada símbolo del sueño tiene que ver contigo y que las personas que aparecen en los sueños representan rasgos de la personalidad que debes integrar o emular en tu vida de vigilia.
Espero que esta guía sobre los sueños lúcidos te haya resultado útil y que te anime a iniciar tu viaje de sueños lúcidos. ¿Tienes pesadillas? ¿Has probado alguna vez el sueño lúcido? ¿Algún consejo para lidiar con las pesadillas que te haya funcionado? ¡Házmelo saber en los comentarios de abajo! Gracias por pasar por aquí y ¡dulces sueños!
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