Como persona indecisa por naturaleza, tiendo a buscar el consejo y las opiniones de quienes me rodean antes de tomar una decisión, especialmente las más importantes de la vida. Sin embargo, cuando tomé la decisión de dejar mi cómodo trabajo en una empresa, vivir en un país extranjero en un continente en el que nunca había estado y aceptar un trabajo en una profesión en la que no tenía ninguna experiencia, no busqué a nadie.
De hecho, ni siquiera le conté a mi propia madre (a la que le cuento todo) que estaba considerando este importante cambio de vida hasta después de haberme comprometido por completo. Verás, siempre he sido de las que toman decisiones basándose en las expectativas que tienen los demás de mí, en lugar de lo que realmente quiero. Solía obsesionarme constantemente con lo que creo que debería hacer en la vida y buscaba respuestas de amigos, familiares o incluso gurús espirituales.
Durante mucho tiempo, ignoré la voz más importante de todas… ¡la mía propia! Así que cuando llegó el momento de tomar una de las decisiones más importantes de mi vida, decidí hacer las cosas de forma diferente. Si tomaba la decisión de ir a por ello, quería que fuera por mi propia voluntad.
No estoy diciendo que debas dejar tu trabajo mañana para perseguir tus sueños de convertirte en mago o agricultor de remolacha, pero tendemos a subestimar el poder de nuestras propias intuiciones y personalmente creo que no accedemos a él lo suficiente.
¿Alguna vez has tenido un «presentimiento» sobre algo pero no has podido explicar por qué o cómo? ¿Alguna vez esos presentimientos han resultado ser ciertos? Normalmente lo llamamos corazonada, presentimiento o instinto. En realidad, esto tiene una ciencia: nuestro cerebro está recibiendo información todo el tiempo y archiva todo tipo de información de la que ni siquiera somos conscientes. Esta información se almacena en el subconsciente, por lo que no siempre podemos explicar cuándo tenemos un determinado sentimiento o instinto sobre algo.
Sin esta capacidad, tomaríamos todas nuestras decisiones basándonos en la lógica y en hechos concretos, como un ordenador. Pero nuestra intuición puede ser algo poderoso una vez que se aprovecha y puede ayudarnos a responder algunas preguntas difíciles sobre nosotros mismos. Si te interesa aprovechar tu intuición para tomar una decisión, ¡sigue leyendo!
Cómo aprovechar tu intuición para tomar una decisión o elección difícil
Busca un lugar tranquilo para sentarte y meditar donde no te distraigas. Cierra los ojos y respira profundamente. Intenta relajarte y calmar la mente concentrándote en la respiración.
Ahora visualiza cada escenario, opción o elección de uno en uno. Cuando estaba decidiendo si dejar mi trabajo y mudarme a otro país, imaginé dos vidas: la que estaba viviendo actualmente y la que imaginaba que viviría.
Reflexiona sobre ambas durante algún tiempo. Sumérgete en cada opción explorando cada una a través de los cinco sentidos. ¿Qué aspecto tiene cada una, cómo suena, cómo huele, cómo se siente? La primera opción se parecía a mí viviendo en mi actual apartamento, sonaba como el tráfico durante mi viaje matutino y olía a café de Starbucks. La segunda vida se parecía a las pintorescas calles de Madrid, sonaba como los comerciantes hablando entre ellos en un bonito idioma y olía a vino y queso.
Observa los cambios físicos del cuerpo durante cada reflexión. En la primera, mi cuerpo se sintió pesado, agobiado, y experimenté esa sensación de «pozo en el estómago». En el segundo, me sentí más ligero y cálido. Tuve una sensación de «mariposa en el estómago».
Enumera las palabras de sentimiento que te vienen inmediatamente a la mente cuando experimentas cada sensación corporal. Por ejemplo, en mi primera reflexión me sentí sofocada, deprimida y cerrada. En la segunda reflexión, sentí emoción, esperanza y curiosidad.
Escribe tus conclusiones. ¿Qué te ha dicho tu cuerpo y qué información te ha aportado tu subconsciente? Repite el proceso de nuevo si es necesario.
He utilizado este método en numerosas ocasiones cuando me he enfrentado a una decisión difícil. Pruébalo y dime cómo te va en los comentarios. ¿Tienes algún otro consejo para aprovechar tu intuición? Házmelo saber. Gracias por leer y que tengas un buen día.
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