El ego espiritual es aquella parte de nosotros que nos trasciende y que nos permite ser mejores personas en plena sintonía con nuestra vibración íntima. Mucho se ha escrito sobre esta dimensión, pero lo cierto es que no hay ningún agente externo que se escape a nuestro control.
El desarrollo espiritual es un trabajo que hacemos durante toda la vida y, por lo tanto, nunca llegaremos al punto de no necesitar nada que mejorar. Cuando somos capaces de conectar con esta parte que está en todos nosotros, damos importancia a lo que realmente la tiene. En cualquier caso, todas las acciones que hagas para potenciar tu ego espiritual son positivas si las haces desde la consciencia y no desde el afán de aparentar.
Conoce y potencia tu ego espiritual
Uno de los problemas recurrentes cuando trabajamos nuestro ego más elevado es que, en el camino, nos encontraremos con una serie de situaciones que no sabemos cómo manejar. Si tienes la información y las sabes discernir, el proceso de desarrollo personal será más sencillo. Te facilitamos un listado de los errores más comunes:
Querer salvar a los demás
El síndrome del salvador es una de las manifestaciones más habituales del ego. Los inconvenientes de esta situación son varios, y por ello deberías evitar caer en este rol.
Lo primero que te tienes que preguntar cuando quieres salvar a alguien es si la persona aludida te ha pedido tu ayuda porque tiene un problema. Igual lo que sucede es que te dedicas a salvar a personas que no lo desean y el resultado puede ser funesto.
La segunda cuestión que has de tener en cuenta es si haces esto realmente desde el amor. De lo contrario, los problemas que va a haber son varios porque te acabarás amargando. Si ayudas a alguien porque lo sientes de verdad, y no por considerar que estás «obligado», será mucho más difícil que te canses.
Realizar muchas actividades espirituales sin asimilarlas
La espiritualidad se ha convertido en una moda y es común que muchas personas hagan multitud de cursos y prácticas… sin asimilar ninguna correctamente. Recuerda que, a veces, menos es más, así que estará bien valorar qué es lo que nos puede ayudar y no dejarnos llevar por otras consideraciones.
Imaginar una burbuja de protección
El camino espiritual es integración y el ejercicio de la burbuja de protección tiene el problema de que le das a los factores externos un poder que no tienen. La maldad existe, sí, pero la mayoría de las veces nosotros somos nuestro principal enemigo.
Confiar tu camino a gurús
Los gurús o maestros espirituales pueden dar pautas, pero no tienen el poder sobre los demás y en ocasiones se equivocan. Es fundamental que recuerdes que los seres humanos son falibles, y te interesa tener este punto presente.
Recuerda que como adulto tienes que responsabilizarte de todo lo que sucede en tu vida y es bueno que mantengas el sentido crítico. Si delegas todas tus capacidades en un tercero, estarás cometiendo un error.
Minusvalorar otras filosofías
Los caminos de desarrollo espiritual son válidos si no hacen daño a nadie y cumplen su cometido. Es posible que otras personas estén creciendo utilizando metodologías distintas. Uno de los errores del ego es pensar que lo que hacemos nosotros es lo mejor y que no existen otras posibilidades.
Creer que eres un «elegido»
El síndrome del «elegido» es, probablemente, una de las situaciones más complicadas y peligrosas que se pueden dar. La divinidad está en todos nosotros, de manera que ningún ser es mejor o peor ni está tocado por un privilegio especial. Es fundamental que tengas este aspecto claro y que, si ves que caes en esta situación, le des una vuelta.
Depender de factores externos
Las estampitas religiosas, amuletos o cruces están bien, pueden ayudarnos, pero no deberíamos pensar que son la panacea y que van a sustituir el esfuerzo que hemos de realizar. Como principio general, es bueno que no dependas de factores externos.
Reprimir tus emociones negativas
Las personas espirituales siguen siendo seres humanos que sienten y que están tristes, alegres y enfadados. Eso es normal porque hay personas o situaciones que son francamente irritantes, y no hay por qué dejar de sentir estas emociones si no las expresamos de forma destructiva.
Cometer errores cuando desarrollamos el ego espiritual es normal, pero piensa que lo extraño sería que no te equivocases en este camino. Lo importante es que puedas mejorar en tu día a día, de manera que es bueno que identifiques el problema.
Las personas que recorren un camino espiritual son seres humanos y no tienen por qué enfrentarse a su dimensión mundana. Si dispones de la información, será más fácil que seas feliz y que te alinees, mejorando tu desarrollo espiritual.
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